Belgrano es una de las mÁs simpÁticas ilustraciones argentinas, y una de las glorias mÁs puras de la AmÉrica, no sÓlo por sus memorables servicios a la causa de la independencia y de la libertad, sino tambiÉn, y muy principalmente, por la elevaciÓn moral de su carÁcter y por la austeridad de sus principios democrÁticos. Su gloria es un patrimonio nacional, y pretender arrancar a su corona cÍvica una sola de sus hojas, sin justificar el derecho con que tal despojo se haga, serÍa defraudar al pueblo de su propiedad legÍtima. Belgrano no ha sido un genio polÍtico del vuelo de Moreno, ni un genio militar de la altura de San FuÉ un gran ciudadano y un verdadero hÉroe republicano, y Ésa es su gloria. El general Belgrano ha ejercido dos clases de autoridad en el mundo: exigÍa de sus subordinados una obediencia religiosa al cumplimiento del deber, y una exactitud casi igual a la que se exige a una orden monÁstica, siendo inflexible en el castigo de los delincuentes. Estas cualidades de mando han formado escuela. El general La Paz, que lo criticÓ por ellas, mandaba sin embargo sus ejÉrcitos a la manera de Belgrano, y no por eso ha sido calificado de dÉspota. El mando militar tiene en sÍ mismo algo de despÓtico, porque es personal, sÓlo tiene por lÍmite la responsabilidad moral del que lo ejerce y el sentimiento de la justicia y de la dignidad humana. Si el carÁcter de Belgrano hubiera sido despÓtico, se habrÍa manifestado en el ejercicio de ese mando casi absoluto, que las exigencias de la revoluciÓn y el peligro comÚn hacÍan que fuese mÁs tirante que en las condiciones de la vida ordinaria; y sin embargo, es sabido que Belgrano fuÉ siempre justo a la vez que severo en el ejercicio tranquilo de su autoridad; que jamÁs abusÓ de ella, ni fuÉ cruel ni voluntarioso, y todos cuantos militaron
Como autoridad polÍtica en los territorios donde hizo la guerra, responde en su favor el amor, el respeto, la confianza que supo inspirar a los pueblos, Belgrano no era un demÓcrata a la manera de Artigas Lo prueba su anhelo por la instrucciÓn de las masas, atestiguado por los establecimientos de educaciÓn que fundÓ antes y despuÉs de la revoluciÓn; su respeto a la igualdad humana, manifestado hasta en su conducta con los indios de Misiones y del Alto PerÚ; su amor a la libertad del pueblo a que consagrÓ su vida y sus afanes; su empeÑo constante por que la revoluciÓn se constituyera sobre la base de un poder deliberante Por eso el general Belgrano es el ideal del demÓcrata. NingÚn argentino ha merecido mejor que Él este nombre, y negÁrselo, serÍa querer privar a su patria de uno de los mÁs hermosos y acabados modelos que en tal sentido se pueden presentar Belgrano y San MartÍn, los dos verdaderos grandes hombres de la historia revolucionaria argentina, pueden llamarse padres y autores de la independencia de su paÍs, teniendo de comÚn, que los dos fueron hombres de orden, ajenos a los partidos secundarios de la revoluciÓn, que nunca pertenecieron sino al gran partido de la patria, ni tuvieron mÁs pasiÓn que la de la independencia, la de la libertad americana, cuyo sentimiento San MartÍn en las provincias de Cuyo, y Belgrano El general Belgrano, recibiendo el mando del ejÉrcito desorganizado de dos derrotas, haciendo |