Teobaldo vino al mundo, su madre muriÓ al darlo Á luz, su padre pereciÓ algunos aÑos despuÉs en una emboscada, peleando como bueno contra los enemigos de Dios.[1] [Footnote 1: los enemigos de Dios. The Moors are meant here.] Desde este punto la juventud del primogÉnito de Fortcastell sÓlo puede compararse Á un huracÁn. Por donde pasaba se veÍa seÑalando su camino un rastro de lÁgrimas y de sangre. Ahorcaba Á sus pecheros, se batÍa con sus iguales, perseguÍa Á las doncellas, daba de palos Á los monjes, y en sus blasfemias y juramentos ni dejaba Santo en paz ni cosa sagrada que no maldijese. |