Cuando una parte del ejÉrcito francÉs se apodero Á principios de este siglo[1] de la histÓrica Toledo,[2] sus jefes, que no ignoraban el peligro Á que se exponÍan en las poblaciones espaÑolas diseminÁndose en alojamientos separados, comenzaron por habilitar para cuarteles los mÁs grandes y mejores edificios de la ciudad. [Footnote 1: una parte... siglo. The French armies of Napoleon entered Spain in 1808. Joseph Bonaparte was declared king, but the opposition of Spain was most heroic, and in 1814 the French were expelled. They made great havoc in Toledo, where among other desecrations they burned the Alcazar (now restored) and the convent church of San Juan de los Reyes.] [Footnote 2: Toledo. See p. 50, note 2.] DespuÉs de ocupado el suntuoso alcÁzar[1] de Carlos V, [Footnote:2] echÓse mano de la casa de Consejos;[3] y cuando Ésta no pudo contener mÁs gente, comenzaron Á invadir el asilo de las comunidades religiosas, acabando Á la postre por transformar en cuadras hasta las iglesias consagradas al culto. En esta conformidad [Footnote 1: alcÁzar. See p. 61, note 3.] [Footnote 2: Carlos V. Charles V, the son of Philip of Burgundy by Joanna (daughter of Ferdinand and Isabella), and grandson of the emperor Maximilian 1, was bom at Ghent, Flanders, February 24,1500, and died in the monastery of Yuste, Estremadura, Spain, September 21, 1558. He became king of Spain (as Charles 1) in 1516, and emperor in 1520. In 1556 he abdicated the government of the former in favor of his son Philip II, and of the latter in favor of his brother Ferdinand I.] [Footnote 3: la casa de Consejos. The Casa de Consejos ('City Hall'), Casa Consistorial, or Ayuntamiento, by which various names it is known, is a building erected in the fifteenth century and remodeled in the seventeenth. It has a handsome Greco-Roman faÇade in striking' contrast with the Gothic architecture of the cathedral, which stands upon the same plaza (see p. 73, note 2).] [Footnote 4: la Puerta del Sol. A charming old Moorish gateway with horseshoe arches between two towers, built about 1100, and recently restored. It is one of the most impressive and beautiful of Toledo's monuments.] [Footnote 5: Zocodover. See p. 64, note 1.] Mandaba la fuerza un oficial bastante joven, el cual iba como Á distancia de unos treinta pasos de su gente hablando Á media voz con otro, tambiÉn militar Á lo que podÍa colegirse por su traje. Éste, que caminaba Á pie delante de su interlocutor, llevando en la mano un farolillo, parecÍa servirle de guÍa por entre aquel laberinto de calles obscuras, enmaraÑadas y revueltas. —Con verdad, decÍa el jinete Á su acompaÑante, que si el alojamiento que se nos prepara es tal y como me lo pintas, casi casi serÍa preferible arrancharnos en el campo Ó en medio de una plaza. —¿Y quÉ querÉis, mi capitÁn? contestÓle el guÍa que efectivamente era un sargento aposentador; en el alcÁzar no cabe ya un grano de trigo cuanto mas un hombre; de San Juan de los Reyes[1] no digamos, porque hay celda de fraile en la que [Footnote 1: San Juan de los Reyes. This convent was founded in 1476 by Ferdinand and Isabella, who meant it to be their burial-place, and was dedicated to their patron saint John the Baptist. "After the capture of Granada in 1492 and the foundation of the royal mausoleum there, the chief object of San Juan disappeared and the building was protracted till the seventeenth century. Thus the edifice, begun in the late Gothic style, shows a strong leaning towards the forms of the Renaissance. The interior was much damaged by the French in 1808." Baedeker's Spain (1901), p. 147.] —En fin, exclamÓ el oficial despuÉs de un corto silencio y como resignÁndose con el extraÑo alojamiento que la casualidad le deparaba,—mÁs vale incÓmodo que ninguno. De todas maneras, si llueve, que no serÁ dificil segÚn se agrupan las nubes, estaremos Á cubierto y algo es algo. Interrumpida la conversaciÓn en este punto, los jinetes, precedidos del guÍa, siguieron en silencio el camino adelante hasta llegar Á una plazuela, en cuyo fondo se destacaba la negra silueta del convento con su torre morisca, su campanario de espadaÑa, su cÚpula ojival y sus tejados de crestas desiguales y obscuras. —He aquÍ vuestro alojamiento, exclamÓ el aposentador al divisarle y dirigiÉndose al capitÁn, que despuÉs que hubo mandado hacer alto Á la tropa, echÓ pie Á tierra, tomÓ el farolillo de manos del guÍa, y se dirigiÓ hacia el punto que este le seÑalaba. Como quiera que la iglesia del convento estaba completamente desmantelada, los soldados que ocupaban el resto del edificio habÍan creÍdo que las puertas le eran ya poco menos que inÚtiles, y un tablero hoy, otro maÑana, habÍan ido arrancÁndolas pedazo Á pedazo para hacer hogueras con que calentarse por las noches. Nuestro joven oficial no tuvo, pues, que torcer Haves ni descorrer cerrojos para penetrar en el interior del templo. Á la luz del farolillo, cuya dudosa claridad se perdÍa entre las espesas sombras de las naves y dibujaba con gigantescas proporciones sobre el muro la fantÁstica sombra del sargento aposentador que iba precediÉndole, recorriÓ la iglesia de arriba SegÚn dejamos dicho, la iglesia estaba completamente desmantelada; en el altar mayor pendÍan aÚn de las alias cornisas los rotos jirones del velo con que le habÍan cubierto los religiosos al abandonar aquel recinto; diseminados por las naves veianse algunos retablos adosados al muro, sin imÁgenes en las hornacinas; en el coro se 'dibujaban con un ribete de luz los extraÑos perfiles de la obscura sillerÍa de alerce; en el pavimento, destrozado en varies puntos, distinguÍanse aÚn anchas losas sepulcrales llenas de timbres, escudos y largas inscripciones gÓticas; y allÁ Á lo lejos, en el fondo de las silenciosas capillas y Á lo largo del crucero, se destacaban confusamente entre la obscuridad, semejantes Á blancos É inmÓviles fantasmas, las estatuas de piedra que, unas tendidas, otras de hinojos sobre el mÁrmol de sus tumbas, parecÍan ser los Únicos habitantes del ruinoso edificio. Á cualquiera otro menos molido que el oficial de dragones, el cual traÍa una jornada de catorce leguas en el cuerpo, Ó menos acostumbrado Á ver estos sacrilegios como la cosa mÁs natural del mundo, hubiÉranle bastado dos adarmes de imaginaciÓn para no pegar los ojos en toda la noche en aquel obscuro É imponente recinto, donde las blasfemias de los soldados que se quejaban en alta voz del improvisado cuartel, el metÁlico golpe de sus espuelas que resonaban sobre las antes losas sepulcrales del navimento, el ruido de los caballos que piafaban impacientes, cabeceando y haciendo sonar las cadenas con que estaban sujetos Á los pilares, formaban un rumor extraÑo y temeroso que se dilataba por todo el Ámbito de la iglesia y se reproducÍa cada vez mÁs confuso repetido de eco en eco en sus alias bÓvedas. Pero nuestro hÉroe, aunque joven, estaba ya tan familiarizado con estas peripecias de la vida de campaÑa, que apenas hubo acomodado Á su gente, mandÓ colocar un saco de forraje al pie de la grada del presbiterio, y arrebujÁndose como mejor pudo en su capote y echando la cabeza en el escalÓn, Á los cinco minutos roncaba con mÁs tranquilidad que el mismo rey JosÉ[1] en su palacio de Madrid.[2] [Footnote 1: rey JosÉ. Joseph Bonaport. See p. 76, note 1.] [Footnote 2: Madrid. The capital of Spain and of the province of Madrid, situated on the Manzanares, and nearly in the geographical center of Spain. Population some 540,000. The royal palace, begun in 1737, is an imposing rectangular structure on a lofty terrace overlooking the Manzanares.] Los soldados, haciendose almohadas de las monturas, imitaron su ejemplo, y poco Á poco fuÉ apagÁndose el murmullo de sus voces. Á la media hora sÓlo se oÍan los ahogados gemidos del aire que entraba por las rotas vidrieras de las ojivas del templo, el atolondrado revolotear de las aves nocturnas que tenÍan sus nidos en el dosel de piedra de las esculturas dÉ los muros, y el alternado rumor de los pasos del vigilante que se paseaba envuelto en los anchos pliegues de su capote, Á lo largo del pÓrtico. |