Atravesaba esa fantÁstica regiÓn adonde van todos los acentos de la tierra, los sonidos que decimos que se desvanecen, las palabras que juzgamos que se pierden en el aire, los lamentos que creemos que nadie oye. AquÍ, en un cÍrculo armÓnico,[1] flotan las plegarias de los niÑos, las, oraciones de las vÍrgenes, los salmos de los piadosos eremitas, las peticiones de los humildes, las castas palabras de los limpios de corazÓn, las resignadas quejas de los que padecen, los ayes de los que sufren y los himnos de los que esperan. Teobaldo oyÓ entre aquellas voces que palpitaban aÚn en el Éter luminoso, la voz de su santa madre, que pedÍa Á Dios por Él; pero no oyÓ la suya. [Footnote 1: cÍrculo armÓnico = 'melodious circle.' A rhythmic circling accompanied by song is characteristic of all of the heavenly choirs in Dante's Paradiso. Compare—
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