Y viÓ el arcÁngel, blanco como la nieve, que sentado sobre un inmenso globo de cristal,[1] lo dirige por el espacio en las [Footnote 1: globo de cristal. The moon. Longfellow thus translates Dante's description of the sphere of the moon in canto II of the Paradiso:
Y viÓ el sol volteando encendido sobre ejes de oro en una atmÓsfera de colores y de fuego, y en su foco Á los Ígneos espÍritus[1] que habitan incÓlumes entre las llamas, y desde su ardiente seno entonan al Criador himnos de alegrÍa. [Footnote 1: Ígneos espÍritus. These are not elemental spirits (see p.47, note 1), but are either angelic beings of a fiery nature, or the spirits of the blessed in the sphere of the sun, of whom Dante speaks as follows:
ViÓ los hilos de luz imperceptibles que atan los hombres Á las estrellas,[1] y viÓ el arco Íris, echado como un puente colosal sobre el abismo que separa al primer cielo del segundo.[2] [Footnote 1: A reference doubtless to the power of the stars to influence the destiny of man, with which subject astrology concerns itself. Compare—
[Footnote 2: primer cielo, segundo. Belief in a series of heavenly spheres, such as Dante describes, has characterized most mystical philosophies.] |